Poetry
Oda a las sandalias
¡Sandalias pacientes de espíritu amable!
Esperan por horas, hasta el alba, al lado de la puerta.
Esperan estas centinelas leales hasta que me las ponga
Para salir resueltamente con ellas.
Siempre me reconocen, mis sandalias concienzudas.
Patient sandals of spirit endearing!
They endure for hours, until dawn, beside the door.
These loyal sentinels wait until I slip into them,
Resolutely to sally forth with them.
They always comprehend me, my conscientious sandals.
¡Sandalias dulces y sensuales!
Se casan con los pies queridos,
Se confortan en sus camas moldeadas de corcho blando,
Esculpen sendas de sandalias con cada huella,
Se ajustan a los contornos de los huesos, de los ligamentos, de los músculos.
Dan espacio suficiente para los dedos movedizos.
Se adhieren con fibras fuertes y ataduras de yute resistente,
Dos correas con hebillas que no sueltan dan seguridad,
Y sus suelas de caucho amortiguan el choque de mi andadura.
Sweet and sensuous sandals!
They are wedded to the feet beloved,
Which they comfort in their molded beds of tender cork.
The dints in the sandals are sculpted with every tread.
They correspond to the contours of the bones, of the tendons, of the sinews.
They endow ample room for the wiggling toes.
They adhere with strong and bonded strands of resilient jute.
Two strips with cinched buckles ensure security,
And the soles of rubber cushion the shock of my sauntering.
¡Sandalias sobresalientes y ostentosas!
No puedo endomingarme sin éstas.
Lucen los celestiales calcetines a los cuales un chileno conocido rindió homenaje
(A veces cada calcetín ceñido es distinto, lucido, aun chillón, u ominoso a su propia manera).
En junio como en enero (otro verso conocido del alma)—
Cualquier estación—sí aun in invierno—
Ya me pongo mis sandalias soñadoras
Y con ellas ando por todas partes debajo del cielo.
Outstanding and ostentatious sandals!
I cannot dress up without them.
They display the socks sublime
As those a well-known Chilean paid homage to
(Sometimes each snug sock is unmatched–or resplendent, even loud–
Or repugnant in its own way).
In January just as in June (another famous verse of the soul)–
Whatever the season–yes, even in the winter–
Notwithstanding, I wear my fantastic sandals,
And with them I walk everywhere under the heavens.
¡Sandalias escandalosas y antipatrióticas!
Éstas son del Sanedrín de la costa este estimable o de la costa oeste de vanguardia.
Con éstas me señalo: Alias Birkenstocks, éstas dan un barquinazo a los derechistas,
Que entonces dicen muchas sandeces resentidas y endemoniadas:
Nosotros que las llevamos hemos de ser élites orgullosos y endiosados.
Hemos de comer arúgula y cilantro y almendras y tofu y sushi y muesli y queso brie,
Hemos de sorber vino blanco y café latte, hemos de escuchar la NPR,
Hemos de acariciar a gatos, hemos de montar en bicicleta, hemos de reciclar,
Hemos de conducir el Prius o el Volvo, hemos de cantar kumbayá.
Según el señor endiablado Antonín Scalía
Estas sandalias las llevan incendiarios barbudos de banderas de cendal.
Scandalous and dissenting sandals!
These are of the Sanhedrin
Of the esteemed East Coast or the vanguard West Coast,
With these I distinguish myself: Alias Birkenstocks,
These startle the right-wingers,
Who then prattle their plentiful nonsense resentful and fiendish:
We who wear them must be proud, self-vaunting elites,
We must eat arugula and scallions and cilantro and almonds
And tofu and sushi and granola and brie,
We must drink white wine and café latte,
We must listen to NPR,
We must pet cats, we must ride a bike, we must recycle,
We must drive a Prius or a Volvo, we must sing kumbayá.
According to wicked Mr. Antonin Scalia,
These sandals are worn by bearded incendiaries of silken flags.
No me gusta el cilantro, tampoco el brie, no conduzco ni Prius ni Volvo,
No canto kumbayá, prefiero vino tinto, tampoco no soy incendiario.
Pero el resto es cien por ciento cierto (y no tan sandio) para mí,
Esta oveja negra de Centralia (mi pueblo natal cateto):
Quizás con mis sandalias sembraré cizaña entre tales retrógrados
Que quieren censurar los conceptos geniales.
I don’t like cilantro, nor brie,
I don’t drive a Prius or a Volvo,
I don’t sing kumbayá, I prefer red wine.
I’m not even an incendiary.
But the remainder is one hundred percent true (and not so silly) for me,
This black sheep of Centralia, my redneck hometown.
Maybe with my sandals I will sow discord among such reactionaries
Who like to censure our enlightened concepts.
¡Sandalias osadas y emprendedoras!
Como soldados marchando, juntos saludamos al mundo afuera.
Recogemos la leña que he hendido, y la llevamos por el solado al horno,
Y después sacamos las cenizas al montón detrás del traspatio.
Andamos con la perra por la calle y a la cenaduría de la vecindad,
Y juntos conducimos por coche a la clase de español.
Nos enderezaremos tal vez a Alaska, a Londres, a Irlanda, a Andalucía,
Seguiremos marchando en apoyo del sindicalismo (pero nunca del Sendero Luminoso),
Aun algún día buscaremos el centauro y un endriago saltando del ensueño.
Daring and enterprising sandals!
Like marching soldiers, together we greet the outside world.
We gather the firewood I have split
And carry it over the tiled floor to the stove,
And afterward we haul out the ashes to the heap behind the patio.
We walk with the dog to the end of the road,
And to the neighborhood diner.
And together we drive by car to Spanish class.
One day we will set out to Alaska, to London, to Ireland, to Andalucia.
We will join marches to support unions (but never the Shining Path).
Even someday we will seek the centaur and the leaping dragon of dreams.
Con todo es verdad que no dormimos juntos nunca:
Mis andalones descansan solamente al lado de la puerta.
Withal it’s true that we never sleep together:
Beside the door my horses rest alone.